miércoles, 18 de febrero de 2009

Que verguenza de Injusticia española


Hoy es un día en que la justicia debería avergonzarse de su propio nombre:
La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha decidido absolver, por falta de pruebas, a Gregorio Vicario Setién, juzgado por el secuestro del empresario José María Aldaya, que duró desde el 8 de mayo de 1995 hasta el 14 de abril de 1996. El tribunal ha dictado además otras dos sentencias absolutorias contra dos acusados por diferentes acciones de ETA.
[…] los magistrados Clara Bayarri, Eustasio de la Fuente y Ricardo Rodríguez Fernández señalan que el único elemento incriminatorio contra Gregorio Vicario Setién en el juicio consistía en las declaraciones de los etarras Francisco José Ramada Estévez y Sagrario Yoldi Múgica, ya condenados por estos hechos. En la causa, existía un informe pericial sobre el ADN de Vicario Setién encontrado en una maquinilla de afeitar que se había hallado en el zulo utilizado por ETA para el secuestro de Aldaya. Sin embargo, dicho documento no fue propuesto como prueba en el juicio […]


Durante el juicio, Vicario Setién se mostró orgulloso de pertenecer a la banda terrorista, mientras que el industrial vasco expresó por videoconferencia su "suerte de estar vivo" tras permanecer durante 341 días en un zulo. […]
Durante 341 días, Don Jose María Aldaya fue condenado a vivir en un pudridero de tres metros y medio de largo por uno de ancho y dos de alto. Y ahora la justicia (me niego a escribir esta palabra con mayúsculas) dice que el hombre responsable de semejante crueldad queda absuelto. No saldrá a la calle porque tiene otras causas pendientes, de acuerdo, pero ¿quién es capaz de convencer a Don Jose María de que España es un lugar donde merece vivir? Después de sufrir lo indecible, quienes tienen que velar por el Estado de Derecho dicen que aquí no ha pasado nada.
Que vergüenza de justicia y que vergüenza de país.

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